jueves, 18 de febrero de 2010

No temas a la oscuridad

Muchos creen que el temor a la oscuridad pertenece solo a los niños, que con el llegar de la adultez este tonto miedo se desvanece, ¿pero es realmente así?.

¿Acaso cuando uno crece pierde el miedo a lo desconocido, a lo oscuro, a lo imprevedible?. Por supuesto no hay que confundir la falta de luz con oscuridad. Es sólo una metàfora que se agiganta con el pasar de los años. De niños es sólo una lampara que se apaga, pero de grandes es una vida llena de acertijos y sinsabores.Y ahí aparecen de nuevo los fantasmas de lo nuevo que llega sin avisar, los problemas imposibles de manejar porque nunca muestran el rostro, o las propuestas que muchas veces rechazamos por falta de fe. Todo eso mis queridos amigos, es ni más ni menos que temor a la oscuridad y así como en pasado nuestra madre dejaba encendida alguna luz de la casa para que nos sirviera de guía hasta conciliar el sueño, hoy nos sirve esa presencia (esa mujer o hombre,ese amigo/a) que ilumine ese camino que muchas veces desdibujado por las sombras nos desvela y preocupa. Lo dicho, todo una gran metàfora, y si no me creen, escuchen al gran Robert Cray que quizás nos ayude a quitarnos los miedos...

Que la disfruten!


3 comentarios:

entradas muse madrid dijo...

Que post más original. Y la canción que nos pones suena genial. Gracias.

El rey lagarto dijo...

Muy buena la reflexión querido Phantom, buen post.

Creo que esa oscuridad nos acompaña durante toda nuestra vida y siempre es necesario un punto de apoyo para mover nuestros mundos.

Anónimo dijo...

Entradas Muse: gracias amigo.Saludos!

Rey lagarto:asi es amigo,... Un abrazo!

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